La reparación se realiza cuando el daño es menor, como pequeñas estrellas o grietas, y permite restaurar el parabrisas sin necesidad de reemplazarlo, ahorrando tiempo y dinero. En cambio, el cambio es necesario cuando el daño es extenso o compromete tu seguridad, asegurando una solución duradera y confiable. En ambos casos, te garantizamos un servicio profesional para que vuelvas a manejar con total tranquilidad.

Es mejor reparar cuando el daño es pequeño, como una estrella o fisura de menos de 5 cm, y no afecta directamente tu campo de visión al conducir. Además, si el daño no está en los bordes ni compromete la seguridad del vidrio, la reparación es una solución rápida y económica. Nosotros evaluamos el estado de tu parabrisas y te ofrecemos la opción más segura y eficiente.

El reemplazo es necesario cuando el daño es extenso, la grieta supera los 15 cm o afecta tu línea de visión al conducir. También se debe cambiar si el vidrio presenta múltiples impactos, está dañado en los bordes o compromete la seguridad estructural del vehículo. En estos casos, un parabrisas nuevo es la mejor solución para protegerte y garantizar tu seguridad en cada trayecto.

No deberías esperar mucho tiempo. Un pequeño daño puede extenderse rápidamente debido a vibraciones, cambios de temperatura o baches en el camino, volviéndose irreparable y comprometiendo tu seguridad. Reparar a tiempo no solo te ahorra dinero, sino que también evita riesgos al conducir. ¡Actúa antes de que el problema crezca!

¡Totalmente! Utilizamos materiales de alta calidad y técnicas avanzadas para garantizar reparaciones seguras, duraderas y prácticamente invisibles. Nuestro equipo de expertos asegura que el daño no se extienda, devolviendo la resistencia y claridad a tu parabrisas. Tu seguridad y satisfacción son nuestra prioridad, por eso ofrecemos resultados que puedes confiar.